JESÚS SABE, ÉL CUIDA DE TI
OBJETIVOS
1) Identificar los desafíos emocionales y saber manejarlos.
2) Desarrollar la confianza en Jesús y su amor.
3) Saber dónde buscar ayuda. Texto bíblico: Mateo 11:28-30
INTRODUCCIÓN
¿Saben lo que es una cámara de seguridad? Quizás alguno de ustedes tiene una de esas cámaras en su casa. Estos artefactos sirven para protegernos. Cuando vivimos en calles o casas que tienen cámaras de seguridad, nos sentimos más seguros.
¿Sabían que el uso de las cámaras en la seguridad pública está aumentando en todo el mundo? El Instituto Británico de Investigación Comparitech identificó las ciudades más vigiladas por cámaras del mundo:
• Pekín/China – 372.8 cámaras por cada 1.000 personas.
• Indore/India – 62.5 cámaras por cada 1.000 personas.
• Moscú/Rusia – 16.9 cámaras por cada 1.000 personas.
• Londres/Inglaterra – 13.4 cámaras por cada 1.000 personas.
En Brasil, la ciudad con mayor vigilancia es:
• Río de Janeiro – 3.3 cámaras por cada 1.000 personas.
Fuente: https://gizmodo.uol.com.br/as-cidades-mais-vigiadas- por-cameras-no-mundo-poucas-sao-do-brasil/amp/
Ahora, mucho mejor y más fuerte que las cámaras son los ojos de Dios, que pueden ver mucho más allá de lo que podemos imaginar.
El Señor es capaz de ver nuestro corazón. Como nos conoce tan bien, él nos da toda la seguridad del mundo.
Por eso nunca debes sentirse solo y desamparado en este mundo. Dios ve todo, ve mucho más que solo nuestra apariencia física; ve nuestros deseos, nuestras frustraciones, miedos y sentimientos internos.
Cuando la vida es feliz o cuando se pone triste, Jesús nos invita a compartir todo con él. Hoy estudiaremos las palabras de Jesús en Mateo 11:28-30. Abramos nuestras Biblias. ¿Ya todos tienen la Biblia en las manos? ¿Sabían que este libro contiene las promesas que más seguridad nos dan? Nadie debe estar sin Biblia. ¿Ya encontraron Mateo 11:28-30?

JESÚS SABE, ÉL CUIDA DE TI
¿A cuántos les gustaría sentirse livianos, sin cargas y más felices?
¿Cuántos hoy desean confiar más en Jesús, pedirle que cuide de ustedes y que envíe personas especiales que te ayuden cuando lo necesites?
Hablemos con ese Dios amoroso que puede cuidar todos nuestros sentimientos.
I. LA INVITACIÓN QUE TRAE DESCANSO (LEER EL VERSÍCULO 28)
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”.
¿Te sentiste alguna vez cansado de ser dejado de lado o de ser humillado por alguien? Hay días en que nos sentimos alegres, ama- dos; pero, hay otros días en los que nos sentimos tristes, enojados, tenemos miedo o ganas de llorar. Y nada mejor que una invitación de Jesús para ir a él. Él dice: “VENGAN A MÍ”. La mejor noticia es que esta invitación también es para adultos, padres, abuelos; pero también para los niños. Jesús no desea que los niños estén so- brecargados con pensamientos o emociones conflictivos.
Aquí va una alerta importante: padres y maestros, presten atención a algunos datos sobre los niños.
INVESTIGACIÓN SOBRE FACTORES EMOCIONALES
Crece el número de emergencias psiquiátricas en la infancia. Estudio norteamericano expone un fenómeno que se repite en Brasil.
La búsqueda de primeros auxilios pediátricos, por problemas de salud mental, han crecido en un 8% al año, con un 13% de pa- cientes que vuelven al hospital en los siguientes 6 meses.
• 29% fueron hospitalizados por ideas suicidas o autoflagel- ación.
• 10% tenían trastornos que afectan el control de impulsos. • 10% presentaban un trastorno de ansiedad.
• 24% convivían con trastornos del humor, con depresión.
Después de la pandemia, la salud mental de los niños empeoró debido a las alteraciones en la rutina, la pérdida de familiares o hasta el abuso de los padres.
Fuente: https://saude.abril.com.br/mente-saudavel/cresce-nu- mero-de-emergencias-psiquiatricas-na-infancia
En el libro Cómo inspirar emociones positivas en los niños, las autoras presentan investigaciones que muestran que la salud mental de una persona depende en gran medida de los vínculos de confianza que le dan sustento emocional (2023, p. 17). Y de- finen la emoción como un estado mental y afectivo que incluye sentimientos, cambios fisiológicos y expresiones corporales. Las emociones nos hacen sentir, pensar y hasta comportarnos de determinadas maneras.
Y la pregunta importante para nuestra reflexión es:
¿Cómo se relaciona este tema de las emociones con el versículo bíblico que acabamos de leer? ¿Cómo podemos cuidar las emociones de los niños? ¿Cómo promover las emociones positivas?
Las investigaciones de este libro también muestran que en los momentos de adversidad y desafíos también es posible desarrollar la resiliencia y salir fortalecidos, con una versión mejorada de nosotros mismos.
Como dice el versículo de Mateo 11:28, nuestro Dios puede darnos descanso y darnos refugio en un ambiente de seguridad, porque es él mismo quien nos invita a ir a sus brazos.
¿Sabrías explicar lo que es una emoción? El psicólogo norteamericano, Johnmarshall Reeve (2006, p.190), en sus estudios, llegó a la conclusión de que es muy difícil definir exactamente lo que es una emoción, ya que esta involucra lo que sentimos, cómo reacciona nuestro cuerpo y cómo les mostramos eso a los demás. Nuestras emociones nos muestran cómo responde nuestro cuerpo en diferentes situaciones.
Por ejemplo, si nos enojamos cuando algo nos molesta, podemos llegar a sentir que el corazón late más rápido, cerramos el puño con fuerza y a veces hasta lloramos.
Cuando estamos emocionados, mostramos lo que sentimos a través de nuestro rostro, la postura y la voz. La Biblia habla sobre las emociones y reacciones de nuestro cuerpo. En Efesios 4:26 leemos: “Si se enojan, no permitan que eso los haga pecar”. Sentir enojo es algo que nos pasa a todos, pero lo más importante es no permitir que eso nos lleve a acciones agresivas con daños y destrucción. El versículo continúa: “El enojo no debe durarles todo el día”, lo que buscar incentivar que la causa del enojo se resuelva para encontrar paz y tranquilidad antes de que termine el día, para así poder pensar en calma y no hacer cosas
de las que después nos podamos lamentar.
La Biblia destaca la importancia de saber
controlar y validar nuestras emociones. Miremos
la idea interesante de los autores Friedberg,
Friedberg y Friedberg (2001). Ellos emplean la
metáfora “surfeando en el mar de ira”, donde la
ira es similar a una ola enorme que aparece de
repente y nos quiere derrumbar. Y viene con mucha fuerza. Sin embargo, podemos aprender a surfear en esa ola. Cuando la ira y el enojo aparecen, podemos realizar acciones simples, como respirar profundo, contar hasta 10 y pensar en algún versículo especial de la Biblia. Podemos también agradecer algo bueno que haya hecho Dios y alabarlo por eso. Esas son maneras de surfear la ola de la ira y no permitir que nos derrumbe.
Ahora hablaremos sobre el miedo. El libro “Motivação & Emoção” (2006, p. 198) explica que el miedo es como un aviso que nos protege, así como cuando vemos un cartel de “Peligro”. Es una alerta que nos ayuda a encontrar maneras de tratar con las cosas que nos asustan. Imagina que estás por cruzar la calle y aparece un perro grande que corre directo a ti. Tu corazón se dispara y decides esperar que pase el perro. El miedo aquí es un recordatorio para ser cuidadoso en día a día.
Otra situación puede darse cuando estás aprendiendo a andar en bicicleta. Al subirte por primera vez, el miedo puede aparecer, pero es un ayudante que dice “Vamos despacio y con cuidado, para aprender sin lastimarnos”. Eso nos recuerda a la historia bíblica de David y Goliat, donde David confió en Dios y enfrentó su miedo para vencer un desafío. Esta historia la encontramos en 1 Samuel 17:45-46, y en la versión NVI: “Entonces dijo David al filisteo: ‘Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré’”.
David confió en el poder de Dios, enfrentó su miedo y venció a Goliat, lo que lo convirtió en un ejemplo de valentía y fe.
El miedo también puede ser útil en los días de lluvia, cuando los conductores deben prestar más atención para evitar accidentes. Recordando la importancia de ser cuidadosos, el miedo puede ayudarnos a aprender cosas nuevas para
enfrentar situaciones difíciles. Moisés fue elegido por Dios para liderar al pueblo de Israel, pero tenía miedo de hablar en público, pero de igual manera, lo llamó para hablar con el faraón y guiar a su pueblo a la libertad.
Éxodo 4:10, NVI dice: “Señor, yo nunca me he distinguido por mi facilidad de palabra —objetó Moisés—. Y esto no es algo que haya comenzado ayer ni anteayer, ni hoy que te diriges a este siervo tuyo. Francamente, me cuesta mucho trabajo hablar”.
A veces, cuando tenemos miedo, podemos sentir que no estamos listos para enfrentar aquello que nos asusta. Pero siempre podemos recordar el mensaje de Dios que nos dice: “Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10, NVI).
Este versículo de la Biblia revela que Dios está siempre a nuestro lado, él nos da valentía y fuerza. Dios es nuestro amigo y está siempre listo para ayudarnos en todo. En los momentos en que sentimos miedo o cuando creemos que nos somos capaces de realizar algo, él nos da fuerza y seguridad.
El psicólogo Paul Ekman (2003, p. 211, 212) estudia cómo las personas demuestran sus emociones por medio de las expresiones faciales y destaca que mostramos amor cuando cuidamos mucho a alguien. Según Ekman, el amor puede ser de dos tipos: o amor paternal, que es un compromiso para siempre, y el amor romántico, que es cuando nos gusta mucho alguien de manera especial. El amor difiere de las emociones que sentimos por un período corto. Por ejemplo, podemos sentir alegría o tristeza por un momento, pero el amor dura más tiempo.
¿Sabías que hubo un profeta de Dios que habló sobre un amor eterno? Lee: “Con amor eterno te he amado; por eso te he prolongado mi fidelidad” (Jeremías 31:3, NVI)
Este versículo enfatiza que el amor de Dios es eterno y fiel; el amor de Dios nunca cambia. Dios expresaba así su amor constante y eterno al pueblo, que enfrentaba desafíos y dificultades debido a sus malas elecciones. A
pesar de la situación, Dios siempre les ofrecía esperanza y restauración y nos ofrece lo mismo a nosotros hoy.
En Salmo 103:13, NVI, leemos: “Tan compasivo es el Señor con los que le temen
como lo es un padre con sus hijos”. Este versículo nos muestra que Dios es como un padre amoroso. Así como un padre se preocupa y tiene cariño por sus hijos, Dios siente lo mismo por todos nosotros. Él nos mira con ternura y cuidado, y siempre está listo para ayudarnos y protegernos. Dios es un padre amoroso para con sus hijos. Es reconfortante saber que tenemos un Padre Celestial que nos ama de manera especial y siempre está a nuestro lado.
Comprender un poco más sobre las emociones es valioso para identificar cuándo estamos necesitando buscar la ayuda de Dios, de profesionales especializados, familiares, comunidades de apoyo y amigos verdaderos. Aceptar la invitación de ir a Jesús es la experiencia más gratificante.
II. LA PROMESA QUE TRAE DESCANSO II (MATEO 11:29)
“Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para sus almas”
Imagina que te pones una mochila super pesada y debes andar kilómetros y kilómetros con ella. Eso es lo que llamamos “cargar un yugo”. Pero, si llega alguien y nos pide que llevemos la mochila que le pertenece a él, pero esta es más liviana, eso nos traería alivio. ¿Verdad?
Jesús nos invita también a aprender de él; a adoptar sus valores y actitudes en nuestra vida. Él es “manso y humilde de corazón”, y al aprender de él, encontraremos sabiduría y tranquilidad para enfrentar las dificultades a lo largo del camino.
El descanso que Jesús ofrece es más
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profundo que solo alivio físico. Él nos propone descanso mental y emocional. Podemos encontrar paz interior y serenidad, aun en medio de los desafíos diarios.
III. LA RECOMPENSA DE LA ENTREGA (MATEO 11:30)
“…mi yugo es suave y mi carga es liviana”.
Es exactamente eso lo que propone Jesús. Él nos propone un “yugo más fácil” y una “carga liviana”. Él no nos sobrecarga, pero nos ofrece alivio.
Las emociones son una parte vital de la personalidad humana. Pero las emociones pueden provocar dolor y angustia, y algunas emociones pueden ser pesadas e insoportables. Algo importante es saber que hay personas que pueden ayudarnos a entender las emociones que sentimos. Los psicólogos cristianos pueden ser usados por Dios para ayudarnos en momentos difíciles. Los padres o educadores especialistas en este tema desarrollan programas de educación emocional. Pero, por encima de cualquier ser humano, Dios es el mayor interesado en que disfrutemos de los efectos de la confianza en él y quiere que compartamos el camino y las emociones de la vida con él también.
Jesús también tenía emociones. Sintió alegría, tristeza y hasta lloró. Por eso te entiende cuando pasas por emociones diferentes. Jesús pasó por una gran variedad de emociones. Él conoce todos los sentimientos y nos cuida de manera especial porque nos ama.
Jesús nos desafía a entregarle nuestras cargas y a aceptar su carga liviana. Al hacer eso, seremos libres del peso del pecado, la ansiedad y las preocupaciones que nos oprimen.
Jesús también desea que disfrutemos de las emociones creadas por él. Cuando tenemos paz y confianza en él, sentimos
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alegría y bienestar, y podemos compartir con otros a un Dios amoroso que nos cuida aun cuando enfrentamos los problemas y desafíos de la vida.
LLAMADO
¿A cuántos les gustaría sentirse livianos, sin cargas y más felices?
¿Cuántos hoy desean confiar más en Jesús, pedirle que cuide de ustedes y que envíe personas especiales que te ayuden cuando lo necesites?
Hablemos con ese Dios amoroso que puede cuidar todos nuestros sentimientos.
ORACIÓN FINAL
Oración hecha por el predicador.