Pr. Oscar Campos, nos trae un importantísmo aporte, 20 sermones tomados como base el Apocalipsis, propios para ser predicados en la situación que nos encontramos, le invito a DESCARGAR estos sermones y que puedan ser usados con poder.
JESUS NOS GARANTIZA LA VICTORIA
EL PERMANENTE DON PROFETICO
EL PRECIO EN EL CONFLICTO.
JESUS NOS AMA
LA IDENTIDAD DEL REMANENTE
CANCELA MIS DEUDAS
ES PEQUEÑO, PERO INFERMAL Y DESTRUCTIVO
LA MISION DEL REMANENTE
PERSONAJE CENTRAL DEL APOCALIPSIS
JESUS SATISFACE NUESTRAS NECESIDADES
LOS PELIGROS DEL REMANENTE
SABE COMO ME LLAMO
SIETE MENSAJES DE AMOR PARA TI
UN CORDERO DIABOLICO
EL CONFLICTO. UN ASUNTO DE ADORACION
JESUS ES DIGNO
LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO
SE OCUPA DE MI MUNDO
SIETE SELLOS DEL APOCALIPSIS
EL PUEBLO DE DIOS
HABLA CONMIGO
TRIPLE ALIANZA
A QUIÉN ADORAMOS
JESUS CONTROLA TODAS LAS COSAS
LO SABE TODO SOBRE MI
VIENE EL LIBERTADOR
CRISTO NUESTRA VICTORIA
JESUS ENJUGA NUESTRAS LAGRIMAS
ME AYUDA A VENCER
VICTORIA.docx 8. COLMA MI IMAGINACION
JESUS NOS DEFIENDE
JESUS PLANIFICO NUESTRA SALVACION
ME DA PROPOSITO
JESUS NOS RESCATA
JESUS NOS PERDONA
JESUS ES NUESTRO VENGADOR
JESUS ES NUESTRO ESPOSO
JESUS NOS PREPARA UN HOGAR
JESUS VIENE A BUSCARNOS
ECUMENISMO y la IASD
IDENTIDAD ADVENTISTA
EL PRECIO EN EL CONFLICTO
Introducción.
No hay mejor capítulo en las Escrituras para sintetizar mejor el gran conflicto y el precio que se tuvo que pagar, que en Apocalipsis 12.
El precio en el cielo.
“También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese. Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él”. Ap 12:3, 4, 7-9.
El dragón – Satanás y los principados y potestades (Roma pagana y papal).
Estrellas del cielo – Los ángeles.
Satanás desafió la autoridad de Dios, y puso en entredicho su gobierno, su ley y su carácter de amor.
Satanás les hizo creer a los ángeles, que Dios les había hecho una injusticia al preferir a Cristo, se llenó de envidia, celos y odio.
Declaró que Dios no sabía nada de abnegación, misericordia y amor, sino que era severo, impositivo y vengativo.
La elección de Lucifer fue final, no había ya nada que Dios pudiese hacer para salvarle.
“…yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo”. Lc 10:18.
“…ahora el príncipe de este mundo será echado fuera”. Jn 12:31.
Fue expulsado de los concilios en que se congregaban los representantes de los diversos mundos. Satanás fue el príncipe de este mundo.
La suerte de Satanás quedó sellada, desde la crucifixión de Cristo, su esfera de influencia es la tierra.
El precio.
“Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo. […] el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo”. Ap 12:10, 12; 13:8.
A la luz del calvario, todas las acusaciones son refutadas. Cristo con su muerte en la cruz del calvario, demuestra su amor para con la humanidad.
“El grito agonizante del Salvador: ‘Consumado es’, fue el toque de agonía para Satanás”. CS, 558.
Dios está en lo correcto, no es responsable. Su carácter y su gobierno será confirmado.
El precio en la iglesia.
“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”. Gn 3:15.
“[…] Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese. Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono. Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo”. Ap 12:4, 5, 13, 17.
El hijo varón – Jesucristo.
Incontables millones de cristianos han sido muertos bajo las persecuciones paganas y papales, instigadas todas por Satanás.
Durante 1200 años, la iglesia fue perseguida y dado muerte a sus fieles (538 al 1798).
Hasta el mismo fin Satanás perseguirá y tratará de destruir al pueblo de Dios. Especialmente hará la guerra contra el remanente, o la última porción de la iglesia. La obediencia a los mandamientos de Dios y su posesión del testimonio de Jesús (espíritu de profecía), le resultan especialmente ofensivas y excitan su intensa ira.
Tienen un tiempo limitado en el cual obrar, su tiempo es corto.
El precio.
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama”. Ef 5:25-28.
“Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos”. Ap 19:6-8.
El precio en los seres humanos.
“Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte”. Ap 12:10, 11.
En Gn 3 se describe la triste historia de la caída del hombre.
La advertencia hecha a nuestros primeros padres: “el día que de él comieres, morirás”, debía cumplirse. Ro 5:12.
El precio. La sangre de Cristo en la cruz del calvario.
“sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros”. 1 P 1:18-20.
1 Ti 2:4. “Dios quiere que todos los hombres sean salvos”.
Ap 12:11. Le podemos vencer “por medio de la sangre del Cordero”.
Pero tenemos que escoger, elegir para servir.
“A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia”. Dt 30:19.
“El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”. Jn 3:18.
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”. Heb 12:1, 2.
Conclusión.
En el cielo Satanás trató de elevarse a sí mismo por encima de Dios. Fue entonces arrojado a la tierra.
En la tierra Jesús se humilló a sí mismo y fue exaltado a la diestra de la Majestad en los cielos.
Nosotros, los que quisiéramos ser elevados, debemos descender primero a la cruz, a la antigua y áspera cruz, donde Jesús murió por el pecado y donde nosotros morimos al pecado.
Hermanos, las elecciones o decisiones están en marcha todo el tiempo.
Dios vota por Ud., y el diablo vota contra Ud., pero según como Ud. vote determinará el resultado de la elección.
Llamado.
DESCARGA LOS SERMONES DE APOCALIPSIS ESCRITOS POR PR. OSCAR CAMPOS